Dom, 07/04/2021 - 12:00
- Tecnología
Estos programas funcionan de forma invisible y ningún icono revela su instalación.
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El software espía, que nada tiene que ver con herramientas como las de control parental, se ha multiplicado durante los últimos años hasta convertirse en una nueva forma de violencia, silenciosa, y de acoso contra las mujeres, que en la mayoría de los casos no saben que están siendo vigiladas y espiadas.
Conocido técnicamente como "stalkerware", esta forma de abuso consiste en instalar en el teléfono o tableta de la víctima, sin su consentimiento, un programa que permite espiar y rastrear todos sus movimientos e interacciones -vídeos, fotos, mensajería, geolocalización o redes sociales-.
Algunos de los gigantes tecnológicos, como Google o Apple, han retirado ya de sus "tiendas" o servidores las aplicaciones de "programas espía", aunque los expertos han asegurado que son muy fáciles de conseguir en otras plataformas y que algunos móviles las llevan incluso preinstaladas, y la Unión Europa ha puesto en marcha un proyecto (denominado "DeStalk") para combatir esta forma de abuso.
Estos programas funcionan de forma invisible y ningún icono revela su instalación, según los expertos, que han alertado de que esta forma de abuso se suele pasar por alto en el trabajo diario contra la violencia machista y en los programas de tratamiento de los agresores o en los servicios de apoyo a las víctimas.
Abogados, asociaciones de mujeres contra la violencia y empresas de ciberseguridad han advertido de los efectos "devastadores" que este tipo de acoso causa sobre las víctimas, que pueden llegar a no sentirse ni libres ni seguras en ningún lugar mientras los agresores potencian una sensación de omnipresencia.
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